Absentismo laboral
El absentismo laboral, de forma genérica, es toda aquella situación que provoca que un trabajador no acuda al trabajo. Está de plena actualidad dicho concepto cuando cerrábamos la semana pasada con una noticia importante que nos indicaba que el absentismo laboral se sitúa en máximos históricos según el Grupo Adecco. El absentismo se ha disparado en los últimos meses, destacando que más de 1.160.000 trabajadores no acudieron a su trabajo ningún día a lo largo del último trimestre de 2023. Y la noticia aún recoge otro dato peor, y es que -como publicaba el diario Expansión el pasado viernes- Asturias lidera el absentismo nacional, con un 8,3% de subida, habiéndose disparado en el periodo reseñado. Por sectores, destaca el absentismo en el ámbito sanitario y el industrial.
La Federación Asturiana de Empresarios ya ha recogido el guante, pidiendo que se agilice la tramitación de bajas y controles médicos, proponiendo que las Mutuas de Accidentes de Trabajo, como colaboradoras de la Seguridad Social, puedan ayudar en dichos trámites. Los sindicatos han exigido mayor gasto en prevención de riesgos para reducir los accidentes laborales.
La principal causa de absentismo es, como podemos imaginar, la incapacidad temporal, es decir, que el trabajador se ha puesto enfermo, y en bastante menor medida, los accidentes de trabajo. Pero también aumentan -ya que ha aumentado el tiempo del permiso- el absentismo por permiso por nacimiento de hijos y las licencias retribuidas por distintas causas.
El absentismo causa un perjuicio para todos: para el trabajador, que además de los problemas que le causa para su salud en caso de ser provocado por una incapacidad temporal, puede causarle un perjuicio económico. También para la empresa, que se ve privado de un trabajador y debe asumir un coste económico por dicha ausencia. Y para la Seguridad Social, ya que en muchos casos, deben asumir parte del coste de una baja médica o de un permiso. Es por ello que la lucha contra el absentismo debe estar protagonizada por todos los sectores de la sociedad, fomentando la motivación de los trabajadores, la prevención de los accidentes y enfermedades…
La Administración debe dar pasos adelante en la lucha contra el absentismo. Y por lo que hemos visto en los últimos años, hemos visto un retroceso importante por su parte:
En primer lugar, la ley 22/2021 de Presupuestos Generales del Estado suprimió el bonus por baja siniestralidad que cobraban aquellas empresas que no habían tenido accidentes laborales y habían realizado inversiones en prevención de riesgos.
En segundo lugar, el RD 1/2023 y la regulación posterior modificó las bonificaciones que tenían las empresas por sustituir a personas en riesgo de embarazo o que estuvieran disfrutando del permiso por nacimiento, reduciendo tanto su importe como estableciendo requisitos importantes que antes no existían -como que el trabajador sustituto debía ser menor de 30 años-.
En tercer lugar, la gestión de las bajas médicas es peor, la desaparición de la obligatoriedad de entregar el parte de baja médico desde el pasado 1 de abril de 2023 ha hecho que sea la Seguridad Social quien comunique a las empresas las ausencias por motivos médicos de los trabajadores, y desde las asesorías ya hemos lanzado numerosas quejas que esas comunicaciones llegan con varios días de retraso.
No son buenos pasos para reducir el absentismo o para minimizar sus consecuencias, desde luego.